Construcción con materiales biodegradables: el futuro de la arquitectura sostenible

Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios.

La construcción con materiales biodegradables ha adquirido relevancia en la industria, como una solución innovadora para enfrentar los desafíos ambientales y promover la sostenibilidad.

Con la creciente preocupación por el cambio climático, los compromisos nacionales al respecto y la búsqueda de prácticas más ecológicas, los desarrolladores están recurriendo a materiales que no solo son más sostenibles, sino que también, reducen el impacto ambiental durante el ciclo de vida de las edificaciones.

Así, uno de los principales beneficios de los materiales biodegradables tiene relación con minimizar los residuos generados en la construcción, ya que tradicionalmente, este sector ha sido uno de los mayores generadores de residuos sólidos.

Dicho lo anterior, con el uso de materiales biodegradables como el bioplástico, el cáñamo, la madera y otros compuestos orgánicos, esto podría cambiar esta realidad, ya que pueden descomponerse de manera natural al finalizar la vida útil de una estructura, evitando el uso de vertederos y reduciendo la contaminación.

El “hempcrete”, una mezcla de cáñamo y cal, es un material de construcción ligero, altamente aislante y con la capacidad de absorber dióxido de carbono durante su ciclo de vida, lo que lo convierte en una opción ideal para edificios ecológicos y como material biodegradable más prometedor en la construcción. Además, es resistente al moho y al fuego, lo que mejora la durabilidad y la seguridad de las construcciones.

Otro material emergente es el bioplástico, que se fabrica a partir de residuos agrícolas y puede utilizarse en elementos como paneles, revestimientos o incluso ladrillos. Además de ser biodegradable, tiene una resistencia considerable, lo que lo hace adecuado para diferentes aplicaciones arquitectónicas.

La madera sigue siendo un material fundamental en la construcción ecológica. Sin embargo, ahora se está explorando el uso de maderas de rápido crecimiento o provenientes de bosques gestionados de manera sostenible. Además, productos como la madera laminada cruzada (CLT) ofrecen alta resistencia y flexibilidad en el diseño de estructuras.

Pero los beneficios no se limitan a la sostenibilidad ambiental. Los materiales biodegradables también promueven un mejor aislamiento térmico y acústico, lo que reduce el consumo de energía en los edificios y aumenta el confort de los ocupantes, contribuyendo a que los proyectos inmobiliarios cumplan con normativas más estrictas sobre eficiencia energética marcando el rumbo hacia un futuro más ecológico en la construcción.

Estas innovaciones no solo reducen el impacto ambiental, sino que también, fomentan el desarrollo de edificios más sostenibles, eficientes y saludables.

 

Fuente: https://eldiarioinmobiliario.cl/